
Desde que nacieron nuestras instituciones lo hicieron para ponerse al servicio de quienes más necesidades socioeducativas tenían. Siempre hemos creído que la educación, la comunicación y el acompañamiento que hace protagonistas a las personas y comunidades de sus propias vidas, de su propia historia, es nuestro lugar, nuestra misión. Ahora que volvemos, como todos los años, ante las figuras quietas de Belén, reconocemos en aquella escena una inspiración poderosa, capaz de movilizarnos dos mil años después. Un abrazo a todas y a todos. Que sigan siendo bendición allí donde les corresponda. Feliz Navidad. Lucas López SJ.