Erasmo Escobar Santander, director de Programación de Ecos de Pasto.
Enfrentarnos como humanidad a un escenario desconocido, lleno de dificultades y con el inminente riesgo de morir, no solo trae consigo el cambio de hábitos en la cotidianidad, sino una serie de retos que poco a poco se deben sortear. El confinamiento por ejemplo, obligó a las instituciones educativas a buscar los medios de adaptarse y seguir laborando desde la virtualidad.
Sin embargo, en zonas apartadas donde la conectividad a internet es deficiente, sumado a la poca presencia estatal, donde las instituciones educativas públicas no cuentan con lo necesario para desarrollar programas a distancia, la radio surge como una alternativa eficaz para continuar estudiando.
La experiencia significativa que compartimos, se gesta en la Institución Educativa Municipal Pedagógico, en Pasto, la profesora María Eugenia Ortiz, con el apoyo de la entonces rectora Gloria Jurado, le dan vida al programa Pedagógico en Casa, un espacio de 1 hora de lunes a viernes, que se emite por Ecos de Pasto, emisora perteneciente a la Compañía de Jesús.
Los cuentos, las canciones, los sonidos, las voces, son protagonistas de las clases, profesores y alumnos participan activamente en este mundo imaginario para avanzar en su formación, incluso los padres de familia, se convirtieron en maestros en casa siguiendo las orientaciones que desde la emisora se impartían.
Pero no solo fue la comunidad educativa del Pedagógico, la beneficiada, muchos alumnos de otros colegios y escuelas, se fueron sumando día a día a esta estrategia didáctica, especialmente desde las zonas rurales, donde no se cuenta con computadores, celulares o tablets, la potente señal de Ecos de Pasto, llega para educar, formar y contribuir al desarrollo de la región.
Cabe resaltar que la iniciativa de Pedagógico en Casa, fue galardonada por el Ministerio de Educación Nacional, reconociendo el éxito del programa, pero sobre todo el esfuerzo de un grupo de maestros y maestras, que junto a sus alumnos le ganaron a la adversidad, ese es quizá el mayor premio que se puede recibir.
